Deja ya de lamentarte de tus enfermedades.
Las enfermedades se agravan con nuestros pensamiento negativos.
¡Aleja la enfermedad, sintiendo que te vas curar!
¡Tú puedes sanar completamente!
Todo los días mejoras, bajo todo punto de vista.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.