¿Has pensado en dar las gracias a Dios por el aire que respiras, desde el nacimiento, y que no te ha faltado nunca?
El aire lo tienes siempre a tu disposición, gratuitamente.
Da gracias a Dios también por el agua que te quita la sed, el sol que ilumina tus día y te permite trabajar, la noche que te dio para el descanso, la Salud, la alegría, los amigos...
La gratitud en un deber que nunca debemos olvidar.