Procura, por lo mismo, solidarizarte con todas las obras en bien de ellos.
Piensa que cada uno de los niños podría ser un hijo de tu amor.
Colabora en la recuperación de los niños desarraigados, principalmente con tus ejemplos de persona digna y noble.
En todos los campos el niño es siempre el futuro, nesecita, por lo mismo, de nuestra ayuda atenta en todos los momentos.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.