No confíea en las personas que te alaban sin motivo.
Muestrate abierto a la crítica honesta y cierrate a la falsa cortesía.
La crítica a nuestro actos puede convertirse en la voz de alerta que necesitamos para nuestro mejoramiento.
Los elogios no merecidos nos perjudican y nos crean ilusiones.
No hay nada tan frágil como una persona que vive de sus propias ilusiones.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!