Mientras más te expongas a las miradas ajenas, tanto más serás el blanco de los celos y envidias.
Las vibraciones negativas, aunque no te hagan mal, podrán cansarte en el trabajo de defenderte.
Procura obrar discretamente, pero con firmeza dejando que los vanidos@s y superficial aparezca en una luz de la que tú no necesitas para brillar.
El vidrio común brilla mucho con el sol, pero el brillo del oro está escondido en el cofre, sin que por ello valga menos que el vidrio...
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.