Nunca te desees la muerte, no resuelve nada, y aumentaría tus sufrimientos.
Si piensas que huir te aliviará las penas, te equivocas solemnemente.
¡No te venges De los demás, porque te harías mal a ti mism@s!
Reacciona con todas las fuerzas que tengas, y no permitas que las incomprensiónes de otros te abrumen.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!