¡Dios está en todas partes a la vez, en tus ambientes y dentro de ti! Jamás te abandona. Nunca estás sólo. No permitas que las penas te pertubre: trata de conservar la clama y escuchar dentro de ti la palabra silenciosa de Dios. Así estará en condiciones de vencer los obstáculo del camino y descubrir la verdad de las cosas y de las personas.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!