¡Muchas veces los que vienen a conversar contigo traen problemas recónditos, ocultos en el fondo del alma!
No pierdas la calma, tú que vislumbraste ya la luz de la comprensión de los herman@s.
Mantén el equilibrio cuando se presente alguien perturbado.
Sé atento y comprensiv@: en el mundo hay muchísimo enferm@s y tu tienes salud Moral.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.