No aumenten el peso de quien se siente abrumado con el peso de sus problemas. A quien se lamente de la vida, muestra le el lado bueno y hermoso que encierra la existencia.
No contribuyan con tus propias lamentaciones a aumentar el desaliento de tu compañer@. Levanta sus ánimos con corazón esperanzado y con palabras de aliento y entusiasmo.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!