Tu vecin@ de viaje, que está a tu lado, no es ni tu enemig@ ni tu rival.
Se trata, siempre, de un herman@ al que tiene que acoger con simpatía.
No lo estimules para que te sirva de consuelo sino sé generos@ con él en animarle.
Porque, sin notarlo siquiera estarás recibiendo, en respuesta, las vibraciones agradecida de su corazón.
Un blog de "Siempre Amanece", asociación para la recuperación de adicciones.