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Trata a tod@s con amabilidad.

Tu vecin@ de viaje, que está a tu lado, no es ni tu enemig@ ni tu rival. Se trata, siempre, de un herman@ al que tiene que acoger con simpatía. No lo estimules para que te sirva de consuelo sino sé generos@ con él en animarle. Porque, sin notarlo siquiera estarás recibiendo, en respuesta, las vibraciones agradecida de su corazón.