No te quedes en los niveles vegetal o animal, viviendo de instintos.
Desarrolla la parte humana de tu ser.
Esfuérzate por conocer la verdad sobre los orígenes y tus metas, empleado el pensamiento en un conocimiento más hondo de ti mismo.
Por escasa cultura que tengas, tienes una inteligencia capaz de pensar y razonar.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.