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Mientras tengas tiempo, en esta vida, orienta tus pasos por el camino del bien.

Trata de obrar, hacer siempre algo para el bien de otro, aunque solo sea una palabra de aliento, una atención amable, una sonrisa de estímulo. Haz algo para bien del prójimo, y llegará la alegría y felicidad a tu corazón.

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Minutos de Sabiduría - C Torres Pastorino

1- ¡No critiques! Procura más bien colaborar con todos, sin hacer críticas. La crítica hiere, y a nadie le gusta ser herido. La persona que acostumbra a criticar, muy pronto queda aislada de todos. Si ves alguna cosa errada, habla con amor y cariño, procurando ayudar. Pero, sobre todo, procura corregir a los otros con tu ejemplo. 2- Dios está en todas partes al mismo tiempo, junto a ti y dentro de ti. Jamás estás desamparado. Nunca estás solo. No permitas que la amargura te perturbe: procura mantenerte calmo, para oír la voz silenciosa de Dios dentro de ti. Así podrás superar las dificultades que aparecen en tu camino y descubrir la verdad que existe en todas las cosas y personas. 3- Recuerda que recogeremos, infaliblemente, aquello que hemos sembrado. Si estamos sufriendo, es porque recogemos los frutos amargos de los errores que hemos sembrado en el pasado. Permanece alerta en lo que se refiere al momento presente. Planta ahora semillas de optimismo y de amor, para recoger mañana fru...

Mantén el buen humor en cualquier circunstancia

Y trata de mantener vivo el buen humor de todas las personas que te encuentren en la vida. La alegría es medicina divina. La tristeza, en cambio, nos hunde en un mar de barro, que salpica y ensucia a los que se nos acercan. También en los  sufrimientos y penas, trata de ser alegre, por que la alegría es la mejor medicina para conseguir la felicidad.

No condenes a los que sobresalen en la Política o en la administración pública.

No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.