Trata de obrar, hacer siempre algo para el bien de otro, aunque solo sea una palabra de aliento, una atención amable, una sonrisa de estímulo. Haz algo para bien del prójimo, y llegará la alegría y felicidad a tu corazón.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!