No te creas indispensable.
Cuando sientas la tentación de creerte insustituible, piensa en esta diáfana verdad:
Sólo Dios, Poder Superior o ... es indispensable. ¡No te engrias !
Dios, Poder Superior o ... que es grande, no puso la firma a ninguna de sus obra...
No lo olvides: quien se cree alguien será humillad@, pero el que es sencill@ será totalmente en consideración.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.