Todo ser humano está en el derecho de escoger su propio camino.
Respeta la libertad religiosa de los demás, de la misma manera que deseas que respeten la tuya.
No discutas ni quiera sacar a los otros del camino en que se encuentran, a menos que te hayan llamado precisamente para ello.
Respeta, si quieres que te respeten.
Hace tiempo que vives con el propósito de cambiar tu vida, de mejorar tus actos, de terminar definitivamente con tus deficiencias. ¡entonces comienza ya! No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Está claro que todo no lo solucionarás de la noche a la mañana. ¡Pero, comienza ya! Si caes de nuevo, no te desanimes: ¡Vuelve a empezar cuántas veces sea necesario!