Pon conscientemente a Dios, Poder Superior o lo ... en todo lo que haces, en todos los problemas. Te darás cuenta, por ti mismo, de que tu sufrimientos se volverán experiencia y escuela de vida.
Pon a Dios o lo ... en todos tus pensamientos y verás tu vida convertida en un canto de alegría y alabanza, porque tus dolores se disiparán como la oscuridad, cuando ve los primeros resplandores del amanecer...
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.