Sé siempre auténtico.
No mientas, para que tu conciencia permanezca tranquila y tu sueño sea sereno.
No vivas en continuo remordimiento y no prepares para ti un futuro doloroso, pues nada hace más infeliz a una persona que el saber que nadie ya confía en ella.
Sé siempre veraz y ganarás muchos amigos leales y sinceros.
No digas que, en su lugar, lo harías mejor. Porque hasta que no ponemos a prueba nuestra fuerza, no estamos seguro de lo que seríamos capaces. Tal vez harías cosas peores sí ocuparas su lugar. Trata de disculpar porque desconocemos las situaciones en que están los que, en sus hombros, llevan el peso de la responsabilidad pública.