Si la sombra de los días grises perturba tu crecimiento, eleva el corazón a Dios, que esta en tu interior. El triunfo lo obtenemos librando luchas dentro de nosotros. Si las penas maltratan el cuerpo, sirven para liberar el corazón. Y, una vez que hayamos triunfado, esparzamos el amor en todos los ambientes en que vivimos, porque es solamente amando como logramos vencernos a nosotros mismos.ñ
Un blog de "Siempre Amanece", asociación para la recuperación de adicciones.